La metodología waterfall es utilizada en el desarrollo de proyecto, fácilmente trasladable a proyectos TIC. No es la única manera de abordarlos, pero es la que se ha utilizado tradicionalmente y a la que la mayoría de equipos de trabajo están acostumbrados.
La metodología waterfall también es conocida como modelo de desarrollo en cascada. Consiste en el desarrollo de un proyecto de manera secuencial. Se redacta para el proveedor una lista de requisitos que el producto final debería tener. Tras esta intervención en la fase inicial por parte de la organización, no sería necesario que volviera a participar en el proceso de diseño. Una vez el proyecto queda en manos del equipo de desarrollo, este realizaría las tareas de manera secuencial. Una tarea no dará comienzo hasta que no se haya finalizado la inmediatamente anterior.
Ventajas e inconvenientes de la metodología waterfall
Esta metodología presenta varias ventajas, como la facilidad para la medición del progreso del proyecto o la posibilidad de que el cliente no se involucre mucho si así lo desea. Pero la mayor ventaja es su presupuesto cerrado, acordado con el proveedor desde el principio. Ya que no se harán cambios en el software en su proceso de desarrollo, el precio no cambiará.
Como contrapunto, el no introducir ningún cambio en el desarrollo del software puede conllevar un mayor gasto a posteriori. Es posible que tras unos meses probando el programa los trabajadores echen en falta alguna funcionalidad sobre la que no se había pensado en el momento de definir las características que se pedían al desarrollador. Esto llevaría a solicitar un nuevo presupuesto para solucionar el problema, por lo que el dinero que en un principio parecía haberse ahorrado la compañía se ha de desembolsar ahora.
La metodología waterfall funcionaba bien cuando el coste de realizar cualquier cambio en el software era muy elevado. En la actualidad se sigue utilizando para proyectos sencillos o en los que el objetivo final está totalmente claro.
¿Es waterfall la metodología que debería seguir para desarrollar mi proyecto?
En el caso de soluciones personalizadas para la empresa, sólo es recomendable si se está completamente seguro de que la lista de requisitos no va a cambiar. Sin embargo, lo habitual en estos casos es que surjan dudas o problemas cuando los trabajadores están comenzando a utilizar la solución y familiarizándose con sus características. En este tipo de proyectos es frecuente que sea más costoso hacer cambios una vez finalizada la instalación que durante su fase de desarrollo.
Como alternativa, existe la metodología agile en la cual pueden introducirse si se desea cambios en el software conforme éste se desarrolla.